Puedo ver cómo huyes de mi mundo, ese mundo que creamos juntos y que luego pasó a ser sólo mío. Nada es igual y nada fue como el principio, donde nos extrañábamos y dábamos nuestras vidas por protegernos el uno al otro.
Era lindo compartir sonrisas y lágrimas. Era lindo soñar con un futuro mágico y único, donde la felicidad siempre estaba presente. Imaginaba estar unida con vos para toda la vida, y lo más loco era vernos viejitos a los dos, caminando por los lugares que más nos marcaron. Fue maravilloso molestarte y después de ello robarte una sonrisa y un hermoso beso.
Es imposible olvidarse en las locuras que compartimos y de la forma en la que demostraste tu amor. Cada vez que permanecíamos abrazados, por mi mente se cruzaba un: QUEDÉMONOS ASÍ PARA SIEMPRE, pero sólo era una fantasía y nunca pudimos hacerla realidad.
Ahora, no nos queda nada más que hacer, vos tu vida y yo la mía. ¡Qué triste va a ser! Y costará olvidarte, sacarte de mi mente, porque yo… YO TE AMÉ CON TODAS MIS FUERZAS.