Oh, mi bello caballero de las cartas perfumadas,
¿No oyes a las golondrinas cantar por nuestro amor?
Míralas y siéntelas, ellas no nos abandonan.
Entrégame tu alma, tu cuerpo y tu amor,
Hazme feliz con mil poesías escritas por ti.
No llores, cántame, debo oír tu corazón,
Tu sombra me persigue por las noches acorraladas,
La oscuridad me ata al fuego
Que tan caliente es.
El duro aire nos secó la piel,
Tus ojos se pegaron en ella,
Y ahora ya no puedes verme.
Las flechas nos corren,
¿Dónde estoy?, no te siento.
En la tierra oscura me dejaste,
Sangrando al lado mío,
Entre mis brazos y mi voz.
Y ahora aquí estoy,
Con tu recuerdo entre mis sábanas,
En el lago y en el árbol,
Todavía oigo tu violín
Que me llevaba a un hermoso jardín.
¿No oyes a las golondrinas cantar por nuestro amor?
Míralas y siéntelas, ellas no nos abandonan.
Entrégame tu alma, tu cuerpo y tu amor,
Hazme feliz con mil poesías escritas por ti.
No llores, cántame, debo oír tu corazón,
Tu sombra me persigue por las noches acorraladas,
La oscuridad me ata al fuego
Que tan caliente es.
El duro aire nos secó la piel,
Tus ojos se pegaron en ella,
Y ahora ya no puedes verme.
Las flechas nos corren,
¿Dónde estoy?, no te siento.
En la tierra oscura me dejaste,
Sangrando al lado mío,
Entre mis brazos y mi voz.
Y ahora aquí estoy,
Con tu recuerdo entre mis sábanas,
En el lago y en el árbol,
Todavía oigo tu violín
Que me llevaba a un hermoso jardín.